jueves, 28 de diciembre de 2017
¿Aprender un idioma en 3 semanas? ¡Así es cómo TÚ también puedes hacerlo!
¿Aprender un idioma en 3 semanas? ¡Así es cómo TÚ también puedes hacerlo!: Este chico británico nunca había hablado italiano antes, ¿pero cómo consiguió aprender italiano con Babbel en tan solo 3 semanas? ¡te damos 8 trucos para aprovechar tu aprendizaje al máximo!
miércoles, 27 de diciembre de 2017
Consejos Para Disfrutar La Vida
Hoy les hago llegar una colección de 36 consejospara sacarle máximo provecho a la vida que me hiciese llegar un amigo. Si bien no pretendamos que sean “palabra de Dios”, la verdad es que encierran bastante “sentido común” que, como hemos dicho en muchas ocasiones, no es tan “común” nada.
Denle una miradita y por favor, permitamos que el Señor pueda utilizarlos para llamarnos la atención con algunos de ellos sobre cosillas que estamos dejando de hacer y que nos pudieran estar robando algo de la riqueza y gozo que la vida tiene para nosotros.
¿Por qué no poner estos consejillos en práctica toda esta semana? Les aseguro que valdrán la pena. Que Dios les bendiga.
Raúl Irigoyen
1. Camina de 10 a 30 minutos todos los días; mientras caminas, sonríe.
2. Siéntate en silencio por lo menos 10 minutos cada día; enciérrate si es necesario.
3. Escucha buena música todos los días, es auténtico alimento para el espíritu.
4. Al levantarte en la mañana, hazte un propósito definido.
5. Vive con las tres E’s: energía, entusiasmo y empatía.
6. Juega más juegos que el año pasado.
7. Lee más libros que el año pasado.
8. Mira al cielo al menos una vez al día y date cuenta de la majestuosidad del mundo que te rodea.
9. Sueña más mientras estás despierto.
10. Trata de hacer reír a por lo menos tres personas cada día.
11. Elimina el desorden de tu casa, tu auto y tu escritorio y deja que nueva energía fluya en tu vida.
12. No gastes tu precioso tiempo en chismes, cosas del pasado, pensamientos negativos o cosas fuera de tu control. Mejor invierte tu energía en lo positivo del presente.
13. Date cuenta que la vida es una escuela y tú estás aquí para aprender. Los problemas son lecciones que van y vienen; lo que aprendes de estos es para toda la vida.
14. Sonríe y ríe más.
15. No dejes pasar la oportunidad de abrazar a quien aprecias.
16. La vida es muy corta como para desperdiciar el tiempo odiando a alguien.
17. No te tomes a ti mismo tan en serio; nadie más lo hace.
18. No tienes que ganar cada discusión; acepta que no estás de acuerdo y aprende del otro.
19. Ponte en paz con tu pasado; así no arruinará tu presente.
20. No compares tu vida con la de otros; no tienes idea del camino que ellos han andado en la vida.
21. Nadie está a cargo de tu felicidad excepto tú mismo.
22. Recuerda que tú no tienes el control de todo lo que te sucede, pero sí de lo que haces con ello.
23. Aprende algo nuevo cada día.
24. Lo que la demás gente piense de ti no es de tu incumbencia.
25. Aprecia tu cuerpo y disfrútalo.
26. No importa que tan buena o mala sea la situación, ésta cambiará.
27. Tu trabajo no se ocupará de ti cuando estés enfermo; tus amigos sí lo harán. Mantente en contacto con ellos.
28. Desecha cualquier cosa que no sea útil, bonita o divertida.
29. La envidia es una pérdida de tiempo; tú ya tienes todo lo que necesitas.
30. Lo mejor está aún por venir.
31. No importa cómo te sientas, levántate, vístete y asiste.
32. Llama a tus familiares con frecuencia y mándales correos diciéndoles que piensas en ellos.
33. Cada noche antes de acostarse da gracias por lo recibido y logrado.
34. Recuerda que estás demasiado bendecido como para estar estresado.
35. Disfruta del viaje. Sólo tienes una oportunidad; sácale el mayor provecho.
36. La vida es bella, disfrútala mientras puedes.
Enviado por Ricardo Pino; editado por el Pensamiento del Capellán
domingo, 24 de diciembre de 2017
La clave para ser realmente bueno en algo
En estos días he leído una parábola, que nos enseña una gran verdad para nuestra vida:
Había una vez un hachero que se presentó a trabajar en una maderera. El sueldo era bueno y las condiciones de trabajo mejores aún, así que el hachero se decidió a hacer buen papel.
El primer día se presentó al capataz, quien le dio un hacha y le designó una zona. El hombre, entusiasmado, salió al bosque a talar. En un solo día cortó dieciocho árboles.
– Te felicito – dijo el capataz – sigue así.
Animado por las palabras del capataz, el hachero se decidió a mejorar su propio desempeño al día siguiente; así que esa noche se acostó bien temprano. A la mañana siguiente se levantó antes que nadie y se fue al bosque. A pesar de todo el empeño, no consiguió cortar más que quince árboles.
– Me debo haber cansado – pensó y decidió acostarse con la puesta del sol.
Al amanecer, se levantó decidido a batir su marca de dieciocho árboles. Sin embargo, ese día no llegó ni a la mitad. Al día siguiente fueron siete, luego cinco y el último día estuvo toda la tarde tratando de voltear su segundo árbol.
Inquieto por lo que fuera a pensar el capataz, el hachero se acercó a contarle lo que le estaba pasando y a jurarle y perjurarle que se esforzaba al límite de desfallecer.
El capataz le preguntó: ¿Cuándo afilaste tu hacha la última vez?
– ¿Afilar? No tuve tiempo de afilar, estuve muy ocupado cortando árboles.
Esta parábola nos enseña claramente, que no es suficiente una vez en la vida estudiar una carrera y luego trabajar con esta formación el resto de la vida hasta jubilarnos. Ser realmente bueno en algo requiere una mejora continua.
¿Que esperanzas tenemos a los demás?
Te quiero hacer un ejemplo: Cuando vamos a la consulta de un médico o es necesario que nos tratan en un hospital, tenemos la esperanza de recibir el mejor tratamiento posible.
La carrera de medicina tiene una duración de mínimo seis años. Después un médico trabaja mínimo 30 años en esta profesión y durante estos años el sector de sanidad evoluciona mucho. Se descubren nuevas curas y tratamientos, incluso hay nuevos enfermedades.
Y para que nos puede tratar el médico de la mejor forma posible, se tiene que seguir formándose toda su vida, para conocer los últimos descubrimientos de la ciencia y poder aplicarlos en su trabajo.
¿Estamos aplicando las mismas medidas a nuestra vida?
Tenemos una esperanza a los demás, en el sector profesional, pero también en los otros sectores de la vida. Y ofrecemos lo mismo a los demás, ¿Qué esperamos de ellos? Sabemos, …
- que formación tendríamos que hacer para actualizarnos en nuestro trabajo. ¿Ya te has inscrito?
- aprendiendo tendencias nuevas en nuestra profesión puede mejorar nuestra relación con nuestros clientes ¿Lo hacemos?
- que mejorar alimentación nos vendría bien, para vivir más sano. ¿Cuando empiezas?
- que nos ayudara hacer algún deporte, para estar en mejor forma. ¿Lo hacemos?
- como nos gustaría que se comportan nuestros niños. ¿Eres un ejemplo a seguir para ellos?
- como nos gustaría que nuestros compañeros nos tratan. ¿Pero cómo los tratas tú?
- que dedicando un poco de tiempo cada día a nuestros familiares, mejora la vida de todos. ¿Cuánto tiempo te has reservado para eso?
- Si tienes pareja, que tiempo os dedicáis uno al otro haciendo cosas juntas ¿O ya cada uno va por su propio camino?
- … y hay muchas más cosas y sectores, que podríamos mirar y mejorar
¿En qué quieres ser realmente bueno? ¿Y cómo lo vas a lograr?
Hoy te quiero animar pensar en la parábola: ¿Qué puedo hacer hoy, para que mi hacha está bien afilado?
Encuentra y comprueba tu propósito
Cada persona en su vida se pregunta ¿porque estoy aqui?, que es mi propósito de la vida. Hace poco he encontrado este diagrama que me ha ayudado mucho entender, como encontrar mi propósito.
Nos ayudan estas 4 preguntas:
1. ¿Qué es lo que amas hacer?
Probablemente ya sepas esto, aunque aún no sepas qué hacer con ello. Si no estas seguro, intente hacerte esta pregunta.
2. ¿Qué necesita el mundo?
Mucho cuando lo piensas En nuestra ciudad, en nuestro pais o en el otro lado del mundo, hay muchos problemas por resolver. Si puedes encontrar uno que te interese, puedes usarlo para guiarte.
Estas dos primeras preguntas creo que son el grano de encontrar tu proposito y las mas faciles de responder. Ellas construyen la base para las siguientes dos preguntas porque esas son un poco más flexibles.
3. ¿Por qué te pueden pagar?
Casi cualquier cosa, solo necesitas encontrar personas que necesiten lo que estás vendiendo. Puede que tengas que ser un poco creativo, pero hay algo de valor en las cosas que amas y lo que el mundo necesita. Solo tienes que buscarlo.
4. ¿En qué eres genial?
Finalmente, todo el mundo tiene algunos caracteristicas o habilidades con los que destacas. Puede que no les guste o quieran seguirlo, pero si te miras a ti mismo, tienes fortalezas, así como debilidades.
Ponerlos juntos te permitirá encontrar diferentes partes de ti mismo. Comprender lo que amas y lo que eres bueno te lleva a la pasión. Por otro lado, encontrar lo que el mundo necesita y lo que se puede pagar identifica tu vocación.
„Lo amas“ contra „Eres genial en eso“
Probablemente hay muchas cosas que amamos, pero no somos geniales en ellos. Pero lo opuesto no es verdad: no creo creo que podemos ser genial en algo, que no amamos. Creo que nada es más efectivo que el entusiasmo.
„Eres genial en eso“ contra „Te pagan por ello“
A corto plazo, nos pueden pagar para hacer algo, incluso si no somos buenos en eso. Pero a largo plazo solo podremos realizar un buen trabajo si somos geniales en lo que hacemos. Entonces a largo plazo siempre hay una intersección entre ser genial en algo y ser pagado por ello. Además, ser bueno en algo no es simplemente un estado que alcanzamos y luego disfrutamos. Ser realmente bueno requiere una mejora continua.
„Te pagan por ello“ contra „El mundo lo necesita“
Creo que si nos pagan por algo es porque el mundo lo necesita. Por lo tanto, todas las cosas por las que nos pagan se encuentran en la intersección con las cosas que el mundo necesita. Por supuesto, hay muchas personas que trabajan como voluntarios en cosas que el mundo necesita. Pero también creo que si hay algo que el mundo necesita, siempre habrá alguien dispuesto a pagar por ello.
En japones existe la palabra IKIGAI (生き甲斐) que hace referencia a nuestra razón de vivir, aquello que da significado a nuestra vida, algo por lo que merece la pena vivir y nos hace estar plenamente satisfechos y felices con la dirección que tomamos en nuestras vidas.
Imaginate un mundo en el que te despiertas por la mañana y estas emocionado. No hay nada especial este día en particular. No vas a irte de vacaciones. No es tu cumpleaños. Es solo otro día, pero estás emocionado. No puedes esperar para levantarte de la cama.
¿Qué demonios está pasando, te estarás preguntando? Esto es la sensación de ikigai, una idea que los japoneses creen que cada persona tiene.
Encontrar tu proposito (o ikigai) es una búsqueda profunda y duradera dentro de ti mismo. Además, es probablemente algo por lo que muchos de nosotros estamos pasando. Y por supuesto, es un proceso que no sucede de un dia al otro.
El autor estadounidense John C. Maxwell en su libro „¡Vive tu sueño!“ nos ayuda con unas pistas para comprobar si realmente es tu sueño, pero que tambien se puede aplicar a la pregunta „¿Esto es realmente mi proposito?“
- Se siente bien en ti.
- Da alas a tu espíritu.
- Te entusiasmará.
- Te mantendrá despierto por la noche.
- Te saca de tu zona de comodidad.
- Será satisfactorio para ti.
- Sentirás que fuiste hecho para hacerlo.
Te deseo que encuentras tu proposito de la vida y como siempre, estoy interesado en escuchar tus pensamientos, comentarios y experiencias. Por favor compártalos en la sección de comentarios a continuación:
lunes, 11 de diciembre de 2017
jueves, 23 de noviembre de 2017
para solicitar mas infomación puedes llenar el siguiente registr
puedes enviarme la información directamente a mi correo .
franciaalex66@gmail.com
Registro y solicitud de información
* Requerido
CONSULTAS INDIVIDUALES
Son encuentros que se pautan previa cita y de acuerdo a disponibilidad de horarios. Es un espacio conversacional, individualizado y confidencial, donde la persona tiene la oportunidad de ser escuchada y asistida en momentos de cambios y necesidad de apoyo.
Se trata de un proceso a través del cual la persona, realiza un viaje a su mundo interno que le permitirá "darse cuenta" de lo que le está pasando, ofreciendo un nuevo punto de vista, mostrando nuevas alternativas, cuestionando espacios de certezas, sin juicios, con lo que trae y con lo que es, de manera de reinterpretar lo que le sucede, y así reinventarse y re-crearse.
CONSULTAS A DISTACIA VÍA SKYPE
Las consultas a distancia vía Skype son una opción poderosa para aquellas personas que por razones de disponibilidad de tiempo, dificultad de traslado, distancia porque se encuentran en el interior o exterior del país, tienen la oportunidad re recibir apoyo bajo los mismos lineamientos de las consultas presenciales. Previo acuerdo entre las partes, se fijan días y horas de conexión a internet para llevar a cabo la sesión.
Francia Gonzalez se desempeña como coach y consultora organizacional, y conferencista en el área del crecimiento personal y profesional y facilitadora en una reconocida universidad venezolana.
Agradezco tu interés en conocer mi propuesta, fruto de mi experiencia personal y en línea con lo que es mi misión de vida, ya que cada vez que se me brinda o presenta la oportunidad de sembrar entusiasmo, conciencia y motivación, se consolida una vez más lo que es mi filosofía de vida: Liderar, apoyar e inspirar procesos de cambio y transformación en el ser humano y la sociedad.
Soy una absoluto creyente de que los horizontes y los sueños son posibles, pero ante todo creo en el ser humano, sin él no hay sueño, no hay horizonte, no hay éxito. Por ello, esta propuesta se convierte en un corazón abierto y unas manos dispuestas a sembrar conciencia en aquellos que decidan encender las luces de su corazón y encontrar así los caminos hacia las puertas de su alma.
desESTRÉSandonos
No hay duda que transitamos por tiempos de profundos cambios. El entorno, el país, el mundo y la vida misma se transforman, y pareciera que no hay una visión clara de los tiempos por venir. Con frecuencia nos vemos envueltos en discursos que hablan de recesión, crisis económica, control de cambio, inflación, devaluación de la moneda, reducción de personal, escasez, además de conflictos, guerras, desastres naturales y calentamiento global, por mencionar algunas. Voces que gritan “las cosas están difíciles”, “el país no da para más”, “no se vislumbran nuevas posibilidades”, etc.
Ante estos escenarios, y una vida agitada, acelerada y colmada de múltiples demandas, ante un mundo cada vez más complejo, dinámico, cambiante e impredecible, vivimos presionados, ansiosos y angustiados, una vida que clama adaptabilidad. Sin embargo, cuando las exigencias de este día a día sobrepasan nuestros recursos para dar respuesta a ellas, aparecen reacciones físicas, conductuales, cognitivas y emocionales que pueden impactar negativamente en nuestra salud, convirtiendo la vida en lucha, la lucha en agotamiento, el agotamiento en un tobogán casi en caída libre hacia un estado de desequilibrio que en ocasiones, si no se maneja a tiempo, en alteraciones más profundas como los ataques de pánico o la depresión patológica, en cuyo caso requeriría atención psiquiátrica farmacológica.
Prevenir este estado extremo es posible, si se toman medidas a tiempo. A mi juicio esxisten dos caminos que son importantes tomar en cuenta: la intervención corporal y la intervención cognitiva. La primera, la corporal, es extremadamente importante a la vez que sumamente sencilla, y se trata de LA RESPIRACIÓN CONSCIENTE. Es parar brevemente en esos momentos en que nos sentimos presionados y hacer un ejercicio muy sencillo que describo a continuación: Primero que nada eliges un momento y un espacio donde puedas estar a solas contigo mismo. Te colocas en una posición cómoda, conectándote con el silencio, acallando por un instante tu mente, cerrando los ojos. Poco a poco vas tomando contacto con tu respiración. Visualizas que una onda de luz fluye por todo tu cuerpo, empezando por la cabeza, pasando por el cuello, los hombros, el pecho, el abdomen, hasta llegar a tus pies. Ahora te sientes perfectamente bien. Cuentas hasta 10, y mientras lo haces tomas todo el aire que puedas. Retén el aire mientras cuentas hasta 10 nuevamente. Exhala el aire al tiempo que cuentas hasta 10. Quédate sin aire y cuenta hasta 10. Repite este ejercicio 3 veces y verás los cambios que se generan en tu estado de ánimo.
Por otra parte, la intervención cognitiva se trata de un replanteamiento interior que hagas sobre el ritmo de tu vida y los resultados que estás obteniendo. Es importante recordar que la vida es 10% lo que nos pasa y 90% la manera cómo respondemos ante lo que nos pasa. Por ello es importante reconocer que si bien no podemos cambiar las situaciones externas que nos resultan estresantes, si podemos modificar nuestra actitud hacia ellas.
Para ello es importante tomar en cuenta las siguientes premisas:
Estos sencillos y a su vez contundentes principios, internalizarlos, incorporarlos y reflexionados han de ayudar a ver las situaciones de la vida desde otra perspectiva, con otra mirada, a través de otros lentes, que han de proporcionarnos un mayor equilibrio emocional y hacernos más funcionales en nuestro día a día.
Quiero cerrar este artículo con un pensamiento de un gran filósofo del siglo XX:
"Al hombre se le puede arrebatar todo, salvo una cosa: la última de las libertades humanas, la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias para decidir su propio camino"
Víctor Frankl
Hasta la próxima!!!
Mis horas de vuelo
En ocasiones, en el devenir del día a día y en la cotidianidad de mis labores, siento la imperiosa necesidad de detener la marcha, hacer una pausa y dar una mirada a lo que ha sido mi vida hasta hoy, para convencerme, una vez más, que he llegado hasta aquí y soy quien soy en este momento como resultado de todas mis vivencias, mis experiencias, mis aciertos y “desaciertos”, los hábitos, habilidades y aprendizajes adquiridos a lo largo de mi vida. Todo aquello que forma parte de mi historia personal, todas estas experiencias, quizás algunas más gratas que otras, han contribuido a formar mi carácter y han forjado la persona en la cual me he convertido. Esto es, sin duda alguna, un acto de profunda reconciliación que me acerca un poco más a mí mismo.
Con frecuencia caemos en la tentación de “culpar” a nuestro pasado por nuestra situación presente. Lo cierto es que independientemente de que nuestras vivencias hayan sacado a relucir el máximo de nuestro potencial o hayan sido contraproducentes en nuestra vida, constituyen gran parte de aquello con lo que contamos para iniciar un camino hacia el cumplimiento de nuestros sueños. Lo que ocurrió, ocurrió. Todo lo vivido ha sido perfecto, propio y oportuno para nuestro crecimiento, y si lo hemos vivido, es porque de una u otra manera podíamos con ello y algo teníamos que aprender.
No obstante, aun más importante que estas experiencias es la manera cómo las interpretamos o cómo las internalizamos, cómo las vivimos, ya que lo que nos sucede no es lo que más nos afecta, sino la interpretación que hacemos de eso que nos sucede y lo que hacemos con eso que nos sucede, y ello influye en nuestras expectativas y las acciones que tomemos.
Lo que has logrado hasta el momento es la mayor fuente de información con la que cuentas, pues la misma fuerza, habilidades y cualidades que utilizaste para conseguirlo todavía están disponibles para que las utilices.
Es importante entonces determinar exactamente dónde nos encontramos ahora, con qué contamos y sobre todo, qué necesitamos aprender para llegar a donde queremos llegar. Cuando examinas tu propia vida, descubres más sentido del que es posible utilizar para ayudarte a obtener en mayor medida las cosas que quieres en tu vida.
Cuando encuentras logros que celebrar alimentas tu espíritu y te motivas a ti mismo. Y no se trata de que inventes algo sino que reflexiones sobre lo que has conseguido, sobre los grandes sucesos de tu vida.
La mayoría de nosotros usualmente estamos mucho más pendientes de nuestros fracasos y con frecuencia nos entrampamos con el pensamiento de que nuestra vida fue mucho peor de lo que realmente fue.
En contadas ocasiones nos paramos a pensar sobre lo que hemos conseguido en la vida, sino que por el contrario, nuestra conciencia se ve atrapada por los “fracasos”, nos sentimos culpables por las cosas que no logramos y en consecuencia nuestra autoestima disminuye. Es como si un imán invisible nos atrayera hacia los “malos” desenlaces y los fracasos. A menos que nos detengamos a pensar en lo que realmente ocurrió, damos por sentado que existen mayores motivos para la decepción que para la celebración.
Y esto no es casual, pues vivimos en un mundo habitado por personas que hacen lo mismo, una cultura centrada en las malas noticias llegando muy fácil a la suposición inconciente de que hay más cosas “negativas” que positivas.
Desplazar tu atención hacia lo que has conseguido en la vida despierta tu actitud de ¡Puedo hacerlo! y te conecta de nuevo con tu capacidad de hacer que las cosas sucedan.
¿Y dónde empezó todo? ¿Cómo aprendimos a ser un tanto más críticos que positivos?. Quizá lo aprendimos en nuestra infancia. Nuestros padres, maestros y/o tutores, con toda la mejor intención y el mayor amor del mundo, se pasaron la mayor parte del tiempo diciéndonos lo que no debíamos hacer en lugar de educarnos en lo que sí podíull ’amos hacer, desarrollando mucho más el hábito de corregir, probablemente por ser los hijos de unos padres que hicieron lo mismo, que de reconocer.
No fue mediante un plan cuidadosamente concebido para enseñarnos a flagelarnos mental y emocionalmente, para azotarnos por lo que no hemos hecho, por los errores que hemos cometido, por nuestro “fracaso” al no alcanzar un nivel más alto de actuación y de conducta. Nadie dispuso que se crease una población tan crítica consigo misma que llegase a sentirse incapaz de establecer cambios importantes en su vida. Sin embargo, el impacto causado ha sido tan efectivo como si todo hubiese sido calculado desde el principio.
Necesitamos pues hacer algo para dejar de proceder con esta visión desequilibrada de nosotros mismos que nos arrebata nuestro espíritu y nuestra confianza. Es importante que dediquemos un tiempo a apreciar lo que hemos conseguido y cuáull ‡n lejos hemos llegado, pues ello renovará nuestra autoestima y nos sentiremos más seguros y confiados en nosotros mismos.
Hasta la próxima!!!
Conversando se entiende la gente
Casi todo lo que hacemos en la vida requiere que nos comuniquemos con otros. A través de la palabra pensamos, reflexionamos, nos expresamos, opinamos, negociamos y coordinamos acciones. Es por medio de las conversaciones que nos relacionamos con el otro. Y según sea nuestra calidad de conversación con alguien es la calidad de relación que tenemos con esa persona. A menudo el éxito en nuestras relaciones depende de cuán bien interpretamos a los otros, qué tan bien los otros nos interpretan a nosotros y qué posibilidad tenemos de generar acuerdos con otros seres humanos.
Las relaciones se van construyendo entonces por medio del lenguaje que utilizamos en las conversaciones que generamos con ellas, en los pedidos que hacemos, en la oferta que somos para ellos, en las promesas que hacemos y cumplimos, en el compromiso de mantener la relación y de ver al otro como una posibilidad, en la capacidad que tengamos de escuchar qué es lo que el otro nos dice. Y escuchar no se refiere únicamente a oír, sino a la interpretación que hacemos de lo que dice, en la energía que ponemos para aclarar cada situacióull —n áspera que se nos presenta. A veces dejamos pasar cosas que nos parecen sin importancia pero son las que van desgastando luego la relación.
Por ello, conversar es el mecanismo más útil para entenderse….cuando se sabe hacer bien. En ocasiones frente a un desacuerdo juzgamos que la persona con la que deberíamos tener una conversación no va a estar abierta a ella, y es en este caso donde podemos crear una conversación para hablar acerca del hecho del cual consideramos no se puede abrir una conversación.
Una de las fuentes del sufrimiento humano y de nuestra incapacidad de alcanzar nuestros objetivos está ligada a nuestra incompetencia para diseñar conversaciones efectivas. Para diseñar conversaciones efectivas es necesario tener en cuenta el resultado que queremos lograr, observar acciones ya realizadas, evaluarlas y de acuerdo con eso generar un diseño que nos permita acercarnos al resultado deseado.
Recordemos que la CONVERSACIÓN es la danza que tiene lugar entre el hablar y el escuchar y que nosotros coordinamos acciones a través de ella. Por ello una de las competencias claves del ser humano tiene que ver con su capacidad para diseñarlas sabiendo cuándo es conveniente abrir una o cerrar otra o saber moverse a través de ellas.
La comunicación humana tiene dos facetas: hablar y escuchar. Cada vez que alguien habla, hay alguien escuchando, y generalmente el que escucha es otra persona. Pero aún cuando no haya otra persona (como cuando nos hablamos a nosotros mismos) siempre está el escuchar de la persona que habla. Cuando hablamos, también escuchamos lo que decimos. Cuando escuchamos, siempre hay alguien hablando. Nuevamente, este hablar puede provenir de otra persona o de nosotros mismos. Aún cuando escuchamos silencios existe el hablar de lo que nos contamos acerca de ellos.
En la comunicación, por lo tanto, no existe el hablar sin el escuchar, ni el escuchar sin el hablar. Y esta “danza” que tiene lugar entre ambas es lo que llamamos CONVERSACIÓN. Ahora bien, nos preguntamos: ¿Acaso existe la danza sin el danzarín? ¿Existe un hablar o escuchar separado de la persona que habla o escucha? Expresado en palabras del biólogo chileno Humberto Maturana: “ull ÒTodo lo dicho es dicho por alguien a otro alguien que escucha y que podría ser él mismo”.
Y a partir de esta frase, que parece tan obvia, la conversación empieza a tomar vida. Ya no hablamos sólo de “la conversación”, hablamos de las personas que conversan. Es una acción que depende de dos personas y por lo tanto es de doble dimensión, estoy YO, y está EL OTRO; y de doble dirección, es decir, es un intercambio que va de un lado a otro. Estas dos características son lo que la diferencian básicamente del acto de informar.
“El fenómeno de la comunicación no depende de lo que se entrega, sino de lo que le pasa al que la recibe y esto es un asunto muy distinto a transmitir información”
Humberto Maturana
Encendiendo la chispa del talento humano
El mundo está en constante cambio. La naturaleza del trabajo está cambiando con la rapidez de un torbellino, y cada vez más las organizaciones y los individuos tienen que enfrentar nuevos desafíos. Ante los retos actuales, los rápidos avances tecnológicos y la fuerte competitividad, ante una vida agitada y acelerada colmada de múltiples demandas, ante un mundo cada vez más complejo, dinámico, cambiante e impredecible, vivimos presionados y exigidos emocionalmente, demandados de una capacidad de respuesta, una velocidad, una adaptabilidad y una flexibilidad sin precedentes. Tal vez ahora más que nunca, el estrés causado por el trabajo representa una amenaza para la salud de los trabajadores y, como consecuencia, a la salud de las organizaciones.
Estoy convencido que en tiempos de profundas transformaciones, donde todo lo que era dejó de ser, la clave es crear organizaciones capaces de aprender, donde las personas que la integran se sientan altamente motivadas, tengan un alto sentido de dirección y propósito, se sientan satisfechas gracias al equilibrio interno y externo y a la excelente relación entre los miembros de los equipos de trabajo, gestionen su propio desarrollo, aprendan a desplegar sus habilidades, desarrollen al máximo su potencial y puedan así ofrecer respuestas pertinentes y oportunas ante los retos.
Recordemos que la cultura de una organización es la expresión de las personas que la componen, especialmente de aquellos que la dirigen. Una empresa no la definen sus equipos, su tecnología o sus instalaciones, sino los seres humanos que se hacen cargo de ellas. Igualmente está claro que para que una persona pueda trabajar bien debe sentirse bien consigo misma y con todo lo que gira a su alrededor. Y el camino para conseguirlo no reside únicamente en renovar los sistemas y procedimientos, o intervenir en la estructura de la organización, sino en promover en las personas nuevas y más efectivas formas de pensar, sentir y actuar, que las empoderen y las capaciten para comunicarse efectivamente, coordinar acciones y negociar sus diferencias. Esto abrirá paso a un presente y un futuro más apasionante, creativo, prometedor y productivo.
Soy un absoluto creyente que la manera más poderosa de encender la chispa del talento humano y dar figura a una organización más humana y saludable, es promover la motivación de la gente a través del desarrollo personal. Al apoyar a los empleados a crecer y expandirse personal y laboralmente, mayor será la motivación y la pasión por la vida, dentro y fuera del trabajo. Con una mayor motivación por la labor que se realiza sin importar que tan compleja o simple sea ésta, dicha motivación es la que hace que las personas se sientan satisfechas en su puesto y que lo demuestren en éste, en los resultados de su labor, en su relación con los demás, en la preocupación por la empresa, en la concientización de que es allí donde se desarrolla laboral y personalmente, lo que los induce a contribuir más, hacer una diferencia, y lo hacen a partir de un sentido de iniciativa personal, antes que por exigencias provenientes desde afuera. Todos estos aspectos se verán reflejados en el crecimiento de la empresa, en el mejoramiento de sus productos y servicios, en su imagen (hacia el exterior) y en su identidad (al interior).
Por ello, mi propuesta está enfocada al lado esencialmente humano de la persona, aquel que permite humanizar la tarea y generar confianza, efectividad, respeto y bienestar. Es formar e inspirar desde la emocionalidad que transitamos en nuestra vida cotidiana, partiendo del hecho de que a toda persona le pasan cosas, se entusiasma, desconfía, tiene expectativas de qué va a pasar con él mismo en determinadas situaciones, hace juicios sobre el país, la organización, la comunidad o el entorno, en definitiva, es entender que todo lo que somos como personas, inevitablemente lo instalamos en la organización.
"Ya no es posible ordenar a los demás que sigan las órdenes del gran estratega. Las organizaciones que cobrarán relevancia en el futuro serán las que descubran cómo aprovechar el entusiasmo y la capacidad de aprendizaje de la gente en todos los niveles de la organización"
Peter Senge
Hasta la próxima!!!
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