lunes, 31 de octubre de 2016

Testimonios


“He recibido varias sesiones de coaching por teléfono durante los últimos meses. El resultado final ha sido espectacular. Mi coach reúne unas características que la definen no sólo como una gran profesional, sino como una gran persona, lo que la convierte en una gran “guía” a lo largo de todo el proceso. Si tuviera que volver a hacer coaching, sin lugar a dudas contaría con ella!” (Miguel Ángel) 
“Gracias a las sesiones de coaching, me he dado cuenta de lo que quiero y no quiero hacer. Me he sentido apoyada y ayudada en todo momento y esto es gracias a la confianza y seguridad que te aporta. Al finalizar cada sesión te encuentras llena de energía y vitalidad sabiendo que eres capaz de hacer lo que realmente deseas. Increíble la manera en la que afloran todos los sentimientos, vivencias y emociones…. Muchísimas gracias por dedicarte a ayudar a los demás de esta forma tan maravillosa.
Recomendable 100%”. (Marta)

Coge las riendas de tu vida. Contacta con nosotros. Estamos a tu disposición.

Coaching de Vida

“Estás afrontando una situación difícil en tu vida personal o profesional y no sabes como responder a ella por falta de perspectivas, compromiso, valor o porque crees que no tienes el potencial o los recursos?”
                        
El coaching es una relación poderosa entre coach y cliente (coachee) que te ayuda salir de estas situaciones de estancamiento y favorece a que recuperes tu fuerza y recurso creativo, natural y completo para que logres ese cambio deseado en tu vida personal o profesional y vivas una vida más plena y equilibrada alineada con tus valores.
En el proceso de coaching el coach facilita los valores importantes en todas las áreas de tu vida y libera las creencias y los miedos limitantes que puedan intervenir ampliando en la conciencia, profundizando en el aprendizaje y llevando a la acción. Tu coach trabajara con diferentes herramientas prácticas como pueden ser: las preguntas poderosas, la escucha a diferentes niveles, las distintas perspectivas, el cuerpo, las metáforas, los imágenes, los sonidos, las sensaciones … y mucho más.

Un proceso de coaching suele durar entre 6 y 10 sesiones de 1 hora, pueden espaciarse a conveniencia, ser presenciales, correo, skype o teléfono.

Singularidad vs Originalidad




Leyendo sobre improvisación teatral, un mundo que me apasiona desde hace años, encuentro algunas distinciones que me resultan particulamente interesantes en nuestro liderazgo y en las relaciones que mantenemos. 

Una primera distinción es sobre singularidad versus originalidad. 

Cada vez que intentamos ser originales mostramos la evidencia de que hemos perdido la confianza en nuestra singularidad. Nos escondemos en el ser originales evitando mostrar quienes somos en realidad. 

El querer ser original me lleva a menudo a buscar en otros, a compararme, para encontrar lo que es distinto, y encarnar aquello que percibo que puede ser diferente. De alguna manera es más seguro buscar la originalidad partiendo de lo uniforme, dado que es un lugar más conocido. Y a anulamos la vez que busco mi diferenciación desde lo que es distinto, me alejo de mi autenticidad, de mi liderazgo auténtico.

Cuanto más intentamos ser originales, más nuestra natural singularidad. Somos singulares por naturaleza. Al intentar ser novedoso, original, nos volvemos repetitivos y paradójicamente acabamos adoptando el mismo aspecto que los que pretenden ser originales. 

Por otra parte, la singularidad conlleva poner en valor lo que somos en esencia. Nuestra singularidad no es algo decidido, es ya parte de nosotros, y por tanto se nos escapa de nuestra sensación de control, lo que puede ser aterrador. Y es precisamente en esa singularidad donde reside nuestra autenticidad. Cuando permanecemos fieles a nuestra singularidad estamos decidiendo decir si a nuestra persona. 


viernes, 28 de octubre de 2016

VIII – Gestionando los cambios


¿Ya fijaste tus cambios para mejorar algún quesito? Excelente. De no ser así, no tardes. Los necesitarás en este capítulo para definir las posibles acciones que te permitirán cumplir con el compromiso marcado.
Generador de perspectivas
Cuando desarrollas cualquier cambio, son varias las posibilidades que se te plantean para conseguirlo. Debes ampliar nuevas perspectivas sin limitación alguna, dejando volar tu imaginación, por imposibles que puedan resultar éstas al formularlas. Con la lista en la mano, es el momento de que medites qué ventajas y desventajas tiene cada opción, ¿cuáles son los pros y los contras? ¿Qué consecuencias, buenas y malas, tendrá cada una de las posibilidades de la lista? Siempre se gana y se pierde algo, por más que te niegues a verlo.
Te mostraré, a continuación, un sencillo ejemplo de cómo generar distintos escenarios para un cambio deseado, que sería practicar unas horas más de ocio a la semana, para ser concretos, supongamos tres. Muchas veces improvisas lo primero que te viene a la cabeza, pero ¿realmente es la mejor opción? Es probable que si meditas durante unos minutos, te ayude a escoger mejor entre todas las posibilidades. Como hemos mencionado anteriormente, debes enumerar los pros y contras de cada escenario, y poner tantas cosas como se te ocurran.
Ten en cuenta que este es sólo un ejemplo simplificado para comprender la herramienta. Cada vez que realices un cambio, y sigas estos pasos, será bueno que enumeres tantas opciones como puedas, y que habitualmente incluyas la de no hacer nada.

Cambio:
Practicar tres horas más de ocio a la semana

Escenario 1:
 Salir con los amigos

Escenario 2: 
Ver la televisión
Pros (+)
Contras (-)
Pros (+)
Contras (-)
Se hacen nuevos amigos o se potencian los actuales
Habitualmente se suele gastar dinero
Puedes ver cosas interesantes
Atonta y fomenta el sedentarismo
Nuevas experiencias
Muy barato

Escenario 3: 
Ir al gimnasio

Escenario 4: 
No hacer nada
Pros (+)
Contras (-)
Pros (+)
Contras (-)
Mejora nuestra forma física (mejor salud) y mental
Requiere constancia
No hay que pensar
No se consigue el objetivo
Se pueden hacer nuevas amistades
Es gratis
Aumenta la desesperación
En todos los escenarios debe aparecer algún punto a favor y en contra. Muchas veces no es sencillo dar con alguno, pero es importante hacer el esfuerzo, ya que inconscientemente se tiende a no ver problemas en la opción favorita. Cuando se consigue analizar cada escenario, durante un tiempo, se acaban ampliando todos puntos negativos y positivos. Es más fácil ver todos los pros y contras cuando no se está involucrado en el problema, por lo que este es un buen momento para preguntar a un amigo, familiar, o al propio coach.
Una vez finalizado el cuadro de opciones, llega un momento muy importante, y que normalmente solemos evitar o esperar que otros decidan por nosotros: elegir. Si la relación de pros y contras te genera dudas, te costará más elegir el escenario que te permitirá conseguir tu objetivo final. Te guste o no, casi siempre habrá un coste de oportunidad, con las alternativas abandonadas.
Gestor de planes de acción
Las metas no llevan a ningún lugar sin un plan de acción, porque son estos las que nos indican los pasos necesarios para alcanzar nuestros objetivos. La esencia de un buen plan de acción es comenzar a partir de una meta a largo plazo. Se empieza estableciendo el resultado que se quiere alcanzar, y luego se van desglosando objetivos intermedios que debemos realizar para llegar a esa meta. Por ejemplo, si tu objetivo es incrementar las ventas en un 20% a finales de año, una forma de crear un plan de acción eficiente, sería analizar cuántos nuevos clientes debes captar cada trimestre, cada mes y cada semana para lograr ese objetivo. La idea es desglosar el objetivo final en objetivos intermedios o hitos a lo largo del tiempo.
Ten en cuenta que en todo plan de acción deberán aparecer las fechas de cada acción a emprender, así como los indicadores de seguimiento para medir su cumplimiento. Todo empieza con un primer paso. Paso a paso se crea un camino y día a día se crea una vida. No puedes tardar en empezar.
También es buena opción que pienses en cada objetivo intermedio, evaluando los distintos riesgos a los que te enfrentas. No siempre sale todo bien, y cuantas más posibilidades hayas meditado de antemano, más preparado estarás para gestionarlas correctamente. En la consecución de las metas, el mayor motivo de estrés viene cuando se afronta la incertidumbre de algo, que no habías previsto inicialmente.
Si en algún paso observamos que existe un riesgo alto que te pueda impedir acabar en el tiempo deseado, puedes prever planes de contingencia para paliarlos, o incluso preparar una contraoferta, para conseguir algo parejo pero que quizá no era el objetivo inicial. El caso es saber siempre gestionar los cambios con la mayor destreza y sin caer en la desesperación.
Visualizador línea del tiempo
Esta herramienta te ayuda a establecer un buen plan de acción. Se trata de imaginar mentalmente todos los pasos y acciones realizadas desde el final (la situación en donde el objetivo se ha alcanzado) hasta el momento presente. Este proceso genera un conjunto de pasos intermedios que te ayudarán a alcanzar la meta final.
Por difícil que pueda resultar, imagínate que ya has alcanzado tu meta y te encuentras en el futuro. Reflexiona sobre cómo te sientes habiendo conseguido lo que deseabas. Pregúntate: ahora que tengo esto, ¿qué estaba haciendo inmediatamente antes de que esto se tornara posible? Escríbelo. Después realiza un paso atrás y pregúntate, ¿qué es lo que estoy haciendo en este periodo de tiempo, por ejemplo, un mes antes? ¿Qué es lo que sucedió inmediatamente antes, para hacerlo posible? Y así sucesivamente hasta que hayas diseñado todo el plan de acción. En poco tiempo comprobarás que no era todo tan complicado como inicialmente te lo habías planteado.
Generador de visualizaciones
La visualización es muy común en atletas y entrenadores deportivos como medio de ayuda para refinar las habilidades y mejorar el rendimiento. Abundan los ejemplos sobre cómo se ha utilizado la visualización para promover y mejorar el rendimiento físico.
Con esta herramienta tratarás de imaginarte o visualizarte en el futuro con la idea de que el objetivo ya fue alcanzado. La visualización es una herramienta que ayuda al éxito como práctica del ensayo mental. Cuando planifiques tus cambios, será un momento adecuado para visualizarlos y comprender mejor los pasos necesarios para alcanzarlos.
Por ejemplo, si quieres desarrollar una habilidad, puedes utilizar el proceso de ensayo mental de la siguiente manera:
·         Elige una habilidad particular que deseas mejorar.
·         Piensa en algún buen modelo o referente para esa habilidad. Imagínatela en acción, como si fueses un espectador o estuvieses viendo un vídeo.
·         Introdúcete en esa imagen mental, como si fueses el jugador, e imagina que estás realizando esta acción, exactamente tal como te la has representado. Escúchalo, visualízate, y siéntelo todo.
Por ejemplo, imagina que quieres mejorar tus habilidades para hablar en público. Seguir los pasos anteriores, y verte a ti mismo como si fueras otra persona, te servirá para ganar el juego interior de las barreras mentales.


VII – Qué vamos a cambiar


Queremos ser más felices, y para ello, debemos tener el valor para pasar a la acción, ¿quieres? Para que podamos conseguir un mayor grado de felicidad es necesario satisfacer nuestra Carta al Niño Jesús  y para ello piensa en qué podrías hacer para cumplir los factores que listaste, y responde con sinceridad qué pequeñas (o grandes) acciones crees que deberías realizar.
Entendemos por cambios aquellas acciones con las que nos comprometemos y que nos hace encaminarnos hacia encontrarnos mejor. Al igual que los factores, son personales y serás el responsables de trabajarlos día a día para conseguir ser más feliz. Para apoyarte en estos cambios, trabajaremos algunas herramientas que te ayudarán para que alcances todos tus objetivos.
Gestor de cambios
Los componentes principales, que se deben incluir para que gestiones todo cambio de forma efectiva, son los siguientes:
·         Descripción: una frase que detalle el cambio y que deberá resultar lo más concreta, objetiva y medible.
·         Objetivo: la meta deseada. Posteriormente trabajarás otra herramienta, el Gestor de Metas, que servirá para definirla mejor.
·         Escenarios u opciones: normalmente son varias las posibilidades que existen, así que indica las distintas maneras o caminos para conseguir el objetivo. Será necesario que comprendas para cada opción todos los obstáculos y ayudas que puedan aparecer. Más adelante, también trabajarás la herramienta Generador de Perspectivas, que te servirá para analizar en detalle las distintas acciones o tareas a incluir en cada escenario.
·       Fecha: momento en el que te comprometes a tener el cambio finalizado o concluido.
·       Premio: de forma opcional es posible incluir una recompensa que se materializará al conseguir el cambio.
·         Recordatorios: aquellas cosas con las que tendrás presente el objetivo y las distintas tareas marcadas. Por ejemplo, una hoja de papel autoadhesiva o un recordatorio en el teléfono móvil o agenda.



Nada mejor para entender esta herramienta que un ejemplo que he trabajado en algunas ocasiones. Supongamos que una persona quiere subir de un seis a un siete su quesito de la salud, y se compromete a mejorar su forma física bajando de 80 a 75 kilos (objetivo concreto y medible), para en cinco meses (fecha determinada) tener el estado físico deseado. Para ello se plantea las siguientes opciones:
·         Asistir a un gimnasio cercano a casa al menos dos veces por semana.
·         Acudir a un dietista o coach de alimentación, e intentar mejorar la alimentación, quizás utilizando algún método novedoso como la alimentación intuitiva, en donde aprendamos a interpretar las señales del cuerpo.
·         Rebajar la última comida del día, cenando algo ligero.
Se pesará cada semana, y lo apuntará en un post-it (recordatorio). Cuando consiga su objetivo, se regalará un buen libro (premio).
En este caso, podrán ser varias las opciones a seleccionar, pero habitualmente serán exclusivas y será necesario meditar el costo de oportunidad. Para el ejemplo anterior, supón que se selecciona la primera opción, y ahora se enumera el conjunto de acciones que lleven al éxito. Estas serían algunas de las alternativas posibles:
·         Sin contemplar ningún tipo de excusa, salir el martes pronto de la oficina para ir al gimnasio.
·         Reservarme la mañana del domingo para ir a primera hora, y luego disfrutar un poco de la sauna.
·         Hacer un seguimiento del peso cada semana, y comprobar que disminuye de forma progresiva.
Utilizará la agenda personal para apuntar las fechas en las que asistirá al gimnasio (otro recordatorio).
Gestor de metas
Establecer los objetivos correctamente es crítico para alcanzarlos o no. Es importante que tengas en cuenta las cualidades de una buena meta. Si una meta no es realista, no existe ninguna esperanza, pero si no es desafiante, no hay motivación. La palabra inglesa SMART (inteligente) es un buen truco mnemotécnico para recordar las características esenciales de todo objetivo: específicos (Specific), medibles (Measurable), alcanzables (Achievable),realistas (Realistic) y limitados en el tiempo (Time phased). Para comprender mejor nuestro cambio, puedes hacerte las siguientes preguntas:
·       Específicos: ¿sé al detalle lo que deseo lograr? Nada de ambigüedades. Los objetivos serán adecuados y claros si otra persona igualmente competente puede alcanzar el mismo objetivo.
·         Medibles: ¿soy capaz de evaluar mi progreso? Recuerda que no podrás conseguir lo que no puedas medir. Debes ser capaz de medir el cumplimiento de tu objetivo, ya sea con un potente ordenador o con un gráfico lleno de chinchetas colgado en la pared.
·         Alcanzables: ¿puedo conseguir el objetivo en mi actual situación? Es recomendable que sea todo un reto, pero tienes que poder conseguirlo con los medios que tienes a tu alcance.
·         Realistas: ¿es el objetivo relevante frente a mi propósito en la vida? No hay que despegar nunca los pies del suelo. Sin duda hay muchas cosas que se pueden hacer, pero es más importante saber si se deben hacer.
·   Limitados en el tiempo: ¿qué plazo tengo para completar esta meta? Hay que elaborar una línea del tiempo donde vayan marcadas las etapas para llegar al objetivo. Más adelante, el Visualizador de la línea del tiempo te ayudará en esta tarea.
Las metas deben ser enunciadas de un modo positivo, ya que, de otra forma, centras la atención en lo negativo. Por ejemplo, en vez de decir: «no debo suspender el examen», es más efectivo que afirmes: «quiero aprobar el examen». Es esencial tener en cuenta que sueles conseguir aquello en lo que te concentras. Por ejemplo, si enfocas tu atención en el miedo al fracaso, eso mismo es lo que conseguirás. Hay que centrarse en lo que quieres y no en lo que no quieres. Una forma muy efectiva de cambiar el foco de atención es variando el tipo de preguntas que habitualmente te haces. Para establecer metas expresadas en positivo, pregúntate, ¿qué es lo que quiero?, ¿qué quiero en lugar de lo que tengo? o ¿qué preferiría tener?
Los objetivos tangibles como por ejemplo, «quiero un nuevo trabajo» o «deseo un coche nuevo», etc., son fáciles de especificar. Sin embargo, cuando los objetivos son abstractos o intangibles, como por ejemplo, «quiero mejorar mis relaciones», o «quiero ganar más dinero», no resultan tan evidentes. Por tanto, asegúrate de que tu objetivo sea lo más específico posible. Por ejemplo, si tu meta consiste en tener más confianza en ti mismo, significa que puedes hablar en público durante diez minutos sin que te entren sudores fríos y pases la noche anterior sin poder dormir de los nervios. Utiliza preguntas como: ¿qué es exactamente lo que quiero? ¿Puedo describirlo con mayor precisión? ¿Qué veré, oiré y sentiré exactamente cuándo lo alcance? ¿Cuánto tiempo necesito para alcanzarlo? ¿Cuándo quiero alcanzarlo?
Asimismo, es importante definir de antemano algunos indicadores de seguimiento, es decir cómo medir el progreso en la consecución de tus objetivos. Así que decide: ¿cómo voy a medir mi progreso hacia mi objetivo? ¿Con cuánta frecuencia lo mediré? ¿Cuándo y cómo sabré que lo he alcanzado?
Si no consigues el objetivo a tiempo, es posible que te sientas desbordado por la desesperación, y pienses que te propones cosas imposibles. Retoma la paciencia y evalúa lo que no estás haciendo bien para poder generar nuevas opciones, o simplemente piensa si necesitas más tiempo del previsto.


jueves, 27 de octubre de 2016

VI – Ordenemos lo que queremos



Como ya indicamos en el capítulo anterior, en los distintos apartados de cualquier Rueda de la Vida que tenga una baja puntuación, será importante listar nuestras preferencias en detalle. Es bueno escribir lo que queremos, generando nuestra Carta al Niño Jesús como ya comprobamos en el capítulo anterior. Sobre todo hay que recordar no limitarnos de ninguna forma mientras se escriben. Cuando hayas enumerado todos los factores, por banales que parezcan, será el momento de recapacitar sobre ellos. Aunque la palabra preferencias o condiciones ofrece comúnmente menor confusión, usaremos siempre el término factores, ya que técnicamente las preferencias son factores motivadores.
Clasificador de Factores
Es importante trabajar en detalle la lista de factores plasmada en nuestra Carta al Niño Jesús para mejorar nuestro grado de consciencia. Primero los tienes que clasificar en necesarios o motivadores y, después, ordenarlos por importancia. La primera clasificación te ayudará a distinguir entre las cosas que imperativamente precisas (factor necesario) y las que te gustaría tener (factor motivador) para ser feliz en esa área de tu vida. En el segundo paso ordena de mayor a menor importancia cada factor, es decir de lo que más quieres a lo que menos quieres, para detectar a lo que nunca debes renunciar en tu felicidad.
Como primer ejemplo me gustaría compartir mi Carta al Niño Jesús para el entorno vital, en donde se incluyen algunas de las características del entorno ideal donde me gustaría vivir, con datos no sólo de mi hogar, sino también del país, ciudad y barrio. Además, siguiendo el Clasificador de Factores, he organizado la lista en necesarios y motivadores y después, los he clasificado por importancia. Han cambiado mucho a lo largo de mi vida, pero ya volveremos a este asunto cuando comprobemos las reglas que los rigen.
Factores de la entorno vital ideal
Factores necesarios
Factores motivadores
1.    Que no haya violencia y se pueda pasear sin miedo por la ciudad
2.    Que mi país no esté gestionado por déspotas
3.    Que mi vivienda esté en la ciudad, a ser posible, cerca del centro
4.    Que mi barrio esté bien comunicado
5.    Que mi vivienda esté reformada
1.    Que mi barrio esté cercano a centros comerciales con amplias fórmulas de ocio
2.    Que tenga bonita vista exterior, a ser posible con terraza
3.    Que mi vivienda tenga los techos altos para dar mayor sensación de espacio
4.    Que mi vivienda tenga un suelo de parqué de madera

Gestor de factores
Además de listar, clasificar y ordenar los factores será bueno que entendamos algunas reglas que nos serán de mucha utilidad. Son varias las reglas que rigen las listas de factores que has seleccionado. Recuerda que la cuestión básica es que se cumplan todos los factores necesarios o, de lo contrario, estarás estresado y pasándolo mal.
Como segundo ejemplo, y para entender las reglas, te compartiré mis factores del trabajo a día de hoy:
Factores del trabajo ideal
Factores necesarios
Factores motivadores
1.    Que mi jefe me genere confianza y me haga sentir motivado
2.    Que el sueldo esté acorde con mis responsabilidades laborales
3.    Que aprenda cosas útiles
4.    Que exista un buen grado de compañerismo
5.    Que me impliquen en las tareas
6.    Que me ofrezca formación continua
1.    Que mi empresa sea estable y con renombre
2.    Que premien mis éxitos
3.    Que ofrezcan gratificaciones extras como tickets de comida o seguro médico
4.    Que valoren al empleado por encima de los beneficios
5.    
Primera regla: los factores motivadores pueden tapar algún factor necesario.
Supongamos, por ejemplo, que te gusta vivir cerca del trabajo (a diez minutos del mismo) y tener un sueldo mínimo (todo lo que ofrezcan por encima de eso, será motivador). Ahora bien, encuentras un trabajo que requiere una hora de desplazamiento todos los días, pero que pagan el triple del sueldo que te parece necesario. ¿Verdad que ese factor motivador te hace olvidar lo lejos que habrá que ir a trabajar? Por el momento sí, y así lo especifica la regla: el sueldo motivador tapa el excesivo desplazamiento que realizas cada día de trabajo.
Segunda regla: los factores motivadores se convierten en necesarios con el tiempo.
Nuestros abuelos explicarían esta regla como a lo bueno se acostumbra uno. Retomemos el anterior ejemplo e imaginemos qué te pasaría cuando lleves unos días, semanas, meses o años (el tiempo es variable para cada persona) en el trabajo mencionado. ¿Verdad que te acostumbrarías al sueldo mencionado? El nuevo pensamiento será todos los días: yo lo valgo, y me pagan lo justo. Algo que no habría pensado al comienzo, pero como ahora te has acostumbrado a ese nuevo sueldo, el nuevo mínimo ha subido. En ese momento deja de ser motivador el sueldo que tienes, y se convierte en un factor necesario. ¿Cómo te sentirías ahora? Sin ningún factor motivador que cubrirá la necesidad de vivir cerca del trabajo. ¿Entonces? Comienza la desesperación, porque sigue habiendo un factor necesario que no se cumple -la lejanía al hogar-, y nada que cubra la necesidad. Habría que buscar una solución. De forma inconsciente, empiezas a sentirte incómodo en el trabajo. Pero lo importante es que cuanto antes pongas una solución a esta necesidad, antes podrás retomar el timón de la felicidad. Hay personas que tardarán minutos en acostumbrarse a lo bueno; y otras, toda una vida.
Tercera regla: los factores necesarios pueden convertirse en motivadores con el tiempo.
Con la edad, no paras de sorprenderte de cómo dejan de parecerte tan importantes algunas cosas del pasado. Conozco a muchos amigos que años atrás les encantaba viajar por todo el mundo, y lo veían necesario en su trabajo. Según se han hecho mayores, esa necesidad ha cambiado, porque ahora quieren estar más tiempo en casa con su familia y sus amigos.
Como conclusión hay que tener presente que tus necesidades pueden cambiar radicalmente, y eso no debe sulfurarte lo más mínimo. Lo importante es saber que tus deseos evolucionan y cambian. Si interiorizas este concepto, no te preocupará que, con la edad, las cosas sigan su ciclo vital, por mucha resistencia que pongas para aceptar los cambios.

    Intentando siempre incluir el mayor número de factores necesarios. Así conseguirás disfrutar  en primera persona de forma más efectiva.