V – Qué
queremos
Ahora llegó el momento de dejar las
quejas a un lado y simplemente comenzar a listar todo lo que queremos en aquel
apartado de la vida que hayamos detectado que tenemos peor nota. Para saber lo
que se quiere en la vida hay que diseñar una completa Carta al Niño Jesús con una
lista de cómo te gustaría que fuera tu vida. Me he expresado bien, listar las
cosas que querrías en tu trabajo, en tu salud, en tu relación de pareja, etc.,
es decir, tus preferencias, condiciones, gustos, o como he llamado durante
muchos años: los factores. ¿Y qué son estos factores? Son las
cosas que nos hacen más felices, pero no significa que directamente nos hagan
infelices, si no las tenemos. Por ejemplo, yo llevo toda mi vida escribiendo
con mi mano derecha, es decir, soy diestro. Pero cuando tuve una lesión en la
derecha, y me escayolaron, me amoldé a escribir con la izquierda. Como fue algo
temporal, volví rápidamente a la diestra, pero si hubiera sido de por vida,
seguro que me habría acostumbrado a ser zurdo. Es decir, tengo una preferencia
por ser diestro, pero eso no significa que jamás pueda ser zurdo, porque sería
sólo cuestión de práctica.
Es bueno que seas consciente de estas
preferencias. Un buen truco para conocer tus factores es preguntarte, por
ejemplo, qué te llevó a sentirte insatisfecho con el último trabajo, la última
pareja, o el último enfado con algún amigo. Eso te indicará a qué cosas
atiendes más. Por ejemplo, he encontrado gente que no soporta viajar en su
trabajo, que su pareja fume, o tener que compartir su ocio con desconocidos.
Sobre gustos, no hay nada escrito, pero seguro que ya te atreves a enumerar tus
factores sin mayor dificultad.
Ejemplo de Carta al Niño Jesús en
el Amor
Siempre comento que la
mejor forma de entender las cosas es aportando un ejemplo,
y qué mejor, que explicar mi propia Carta al Niño Jesús en el amor. Durante
más de seis años he podido trabajar de forma consciente la pregunta…«¿cómo
sería la persona que me gustaría que me acompañara el resto de mi vida?» No me
quedo en simplezas del estilo «me gusta alta, con bonitos ojos y que me quiera
mucho». Me refiero a que cada cosa que decía del estilo… «¡eso me gusta!», me
preguntaba… «¿y por qué me gusta eso y no lo otro?» Había que conectar con el
subconsciente (o consciente emocional) y mirar en el pasado qué emociones
positivas habría generado que ahora eso tuviera un impacto de “deseo”. También
era habitual que cuando algo no me gustara, igualmente me indagara… ¿pero por
qué eso no me atrae lo más mínimo?, y analizar todos las emociones negativas
del pasado que podían estar relacionadas con eso.
Para ello, y preguntando siempre a mi
interior, no he parado de observar a mí alrededor todo tipo de detalles
físicos, sociales, morales, psicológicos, etc. Así, mezclando experiencias y
reflexiones he podido llegar al “prototipo” de persona que creo que me
reportaría la mayor felicidad en mi quesito del amor. Esto es a día de hoy,
porque obviamente nadie sabe lo que pasará mañana. Pero hay que empezar por
algo, y nada mejor que el presente. Cuando se meditan los valores de cada uno,
que los trabajaremos más adelante, es más fácil comenzar a listar las
preferencias naturales que tenemos. Siéntete cómodo al leer las mías, pero
reflexiona de forma pareja en tu interior, porque lo importante es que tu Carta al Niño Jesús esté bien llevada al consciente:
Valor vida
·
Alguien
que tenga valores, esperanzas e ilusiones, ya que le guiarán sobre el camino a
seguir cuando vengan malos momentos.
·
Alguien
que sepa sonreír, hasta en las peores ocasiones. Es más, que cuando tenga un
problema y olvide la sonrisa, con un simple mimo, vuelva rápidamente a sonreír.
·
Alguien
que quiera tener hijos, simplemente porque quiero tener la experiencia de dar
cariño a un bebé, y sentir que es más importante que mi propia vida.
·
Alguien
que haya tenido experiencias en su vida de las que se sienta orgullosa. No se
debe sonrojar ante nadie por lo bien o mal que haya hecho algunas cosas, sólo
avergonzarse de no haber sabido disfrutar todo un poquito más.
·
Alguien
que se sienta libre, y nunca se sienta atada a mí. Ni que por su parte requiera
que yo esté atado a ella. Cuando he vivido relaciones celosas en el pasado,
hubiera o no motivo, siempre me ha parecido que, la falta de seguridad genera
un grado de toxicidad en la relación que la acaba ahogando sin remedio.
Valor identidad
·
Alguien
que sepa quién es, y entienda en mayor o menor medida el motivo por el que está
en este planeta.
·
Alguien
que disfrute con lo que hace a cada segundo, y que no le importe lo que piensen
los demás, porque se siente orgullosa de mirarse al espejo sin sentirse juzgada
por tonterías materiales.
·
Alguien
con un proyecto de vida alineado con todos sus sueños, y al que no renuncia a
la mínima de cambio.
Valor justicia
·
Alguien
que cree a cada segundo que un mundo mejor es posible. Que no se viene abajo
por tonterías, y que sabe que es responsable de cada cosa que dice y hace. En
mi vida no acepto a alguien muy conformista, sobre todo, cuando se trata de
trabajar por un bien común.
·
Alguien
a quien le guste compartir, sabiendo que todo lo bueno que le han regalado en
la vida, también es justo que lo comparta con los demás.
·
Alguien
con humildad, que cuando mira a alguien por encima del hombro, sea sólo para
ayudar a que se levante.
·
Alguien
con la suficiente honestidad como no tener nunca la necesidad de mentir. Que no
quiera ocultar ninguna verdad, porque sabe que tiene unos valores que está
respetando.
Valor equilibrio
·
Alguien
que haya viajado y que entienda que la diversidad humana nos enriquece de una
forma increíble. La Naturaleza tiene un precioso equilibrio que se comprueba en
cada rincón que he tenido oportunidad de visitar.
· Alguien
que viva sin miedo a fallar, o mejor dicho, que se permita equivocarse. Vivir pensando que todo se tiene que hacer bien, o
que a uno le sale todo mal, son extremos chocantes que tarde o temprano se
tienen que equilibrar.
Físicamente
Mencionaré sólo los más importantes,
ya que no es el físico el que suscita mi mayor atención:
·
Alguien
que sea más baja que yo, que como a mucha gente que conozco, siempre me genera
algo de rechazo el que una mujer sea más alta. He analizado esta cuestión en
detalle, y supongo que nuestros genes siempre han estado marcados porque
antiguamente el “macho” defendía a la “hembra”. No quiero caer en ningún cliché
sexista, pero es cierto que me siento mejor cuando abrazo a una chica por la
calle y puedo guiarla bien con mi cuerpo. A nivel racional es una completa
tontería, porque ya no ando defendiendo a la “hembra” de los leones, pero
entiendo que queda algo genético en mi cuerpo en relación a ese de deseo de ser
su “macho” defensor.
·
Alguien
que no sea extremadamente musculosa, y que tenga una bonita figura. Si es muy
grande o fuerte me rompe la belleza de que soy su protector.
·
Alguien
que tenga un cabello con un sabroso perfume, que me deje acariciándolo durante
horas con la sensación de estar sintiendo el cielo.
·
Alguien
a quien no le falle la sonrisa. La boca para mí es fundamental, y unas
comisuras que apunten hacia arriba para construir con ello la mitad de la
sonrisa, tienen mi preferencia casi ganada.
·
Alguien
con las uñas muy bonitas, y bien cuidadas. Para mí es un indicio de orden y
limpieza, y es una de las primeras cosas que miro en una mujer.
· Que le
gusten las experiencias sexuales con amor pero que su objetivo no sea cumplir y cuantos más orgasmos mejor sino disfrutar
conjuntamente de una experiencia.
Recuerda que esto es sólo una Carta al Niño Jesús y si no aparece todo lo que he listado, tampoco
podré concluir que no me puedo enamorar. Cuando era pequeño mis padres me
decían «escribe el mayor número de juguetes, y según lo bien que te hayas
portado, ya veremos qué te traen de regalo…». Todos sabemos, que no siempre
traían todo lo que poníamos, pero estas listas siempre aportaban mucha
información útil al Niño Jesús . Por ejemplo de pequeña recuerdo que
alguna vez pedía una bicicleta, y quizás me acababan regalando un bebequerido, pero no me traían algo sin relación con una muñeca. Ahora que ya
has visto un ejemplo, sería muy bueno que intentaras escribir la carta para el quesito de tu vida que más te preocupe. Aprende a
pedir. Es muy importante que no te limites, y que puedas incluir todo lo que te
gustaría. La vida ya nos pondrá los límites, pero no intentes ponerlos antes de
tiempo.
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